miércoles, 8 de agosto de 2012

Nos sera concedido! :D

Tú tienes disponible esa misma ayuda si vives dignamente

Dos misioneros, que estaban espiritualmente "en llamas", habían pasado un día muy ocupados en establecer una rama de la Iglesia en una aldea remota. Esa mañana, a las cinco y media, habían enseñado a una familia antes de que el padre se fuera a trabajar en el campo; más tarde, habían revocado las paredes de adobe de su casa para que no entr
aran los insectos dañinos. En esa semana habían hecho un pequeño piso de cemento y colgado una lata grande con agujeros para poder bañarse. Habían empezado una instalación de saneamiento y renovado la grava y la arena del filtro de agua; y parte de ese día habían trabajado con los hombres en los campos a fin de poder después enseñarles. Estaban agotados y listos para un merecido descanso.

Entonces se oyó un golpe apremiante en la puerta. Allí había una niña llorando; había corrido y estaba sin aliento. Se esforzaron por entender sus palabras, que brotaban a borbotones en medio de los sollozos. Su padre se había lastimado la cabeza gravemente mientras iba montado en un asno, en la obscuridad, y ella sabía que moriría a menos que los elderes le salvaran la vida. Los nombres de la aldea lo llevaban para allí en ese momento. La niña les rogó por su padre y volvió junto a él. Los jóvenes empezaron a vislumbrar lo serio de la situación. Estaban en una remota aldea donde no había médicos ni clínicas, tampoco teléfono. El único camino para salir de allí era una senda rústica por el lecho de un río, y ellos no tenían coche. La gente del valle les tenía confianza. Los misioneros no sabían nada de medicina, ni cómo curar una herida grave en la cabeza; pero conocían a alguien que lo sabía. Se arrodillaron a orar y explicaron el problema a su Padre Celestial, con la seguridad de que El comprendería.

Le suplicaron Su guía, sabiendo que no podrían salvar una vida sin Su ayuda. Entonces sintieron la impresión de limpiar y cerrar la herida y de dar al hombre una bendición. Pero uno de ellos preguntó: "¿Cómo aguantará el dolor? ¿Cómo le limpiaremos la herida y lo bendeciremos en medio de todo ese sufrimiento?" Se arrodillaron de nuevo y rogaron: "¡No tenemos medicinas ni anestesia! ¡Por favor, Padre, haznos saber qué hacer! ¡Por favor, bendícelo!" Al levantarse, llegaron los hombres con el herido. Aun a la tenue luz de la vela se dieron cuenta de que la lesión era muy grave; el sufrimiento era intenso. Al comenzar a limpiar la herida, sucedió algo extraño: el hombre se durmió. Con ansiedad, hicieron cuidadosamente la limpieza, cerraron la herida y le pusieron una venda improvisada. Al ponerle las manos sobre la cabeza para bendecirlo, él despertó pacíficamente. La oración había sido contestada; le habían salvado la vida. Con esto aumentó la confianza de la gente y la rama de la Iglesia creció en el lugar.

Los misioneros pudieron salvar aquella vida porque confiaron en el Señor; y supieron orar con fe para pedir ayuda en un problema que no podían resolver solos. Porque eran obedientes al Señor, El confió en ellosy respondió a su oración. Y ellos habían aprendido a reconocer la respuesta, que les llegó como una serena inspiración del Espíritu. Tú tienes disponible esa misma ayuda si vives dignamente.El Salvador dijo: " . . . cualquier cosa que pidáis al Padre en mi nombre, creyendo que recibiréis, si es justa, he aquí, os será concedida." (3 Nefi 18:20.)

viernes, 9 de marzo de 2012

Factores para edificar la confianza



Si deseas tener una confianza cada vez mayor, a continuación figuran algunas cosas que puedes hacer:
  • • Ora, como lo hizo Moisés, para que el Señor te ayude a recordar que eres Su hijo y que tienes una importante obra que cumplir.
  • • Haz una lista de tus puntos fuertes y de tus cualidades positivas.
  • • Lee tu bendición patriarcal y medita en ella, o prepárate para recibirla.
  • • Presta servicio a los demás y escribe en tu diario personal acerca de cómo te sientes al hacerlo.
  • • Come de manera saludable y haz ejercicio. Tu cuerpo es una dádiva de Dios, y una buena nutrición, acompañada de ejercicio físico, te levantará el ánimo y te permitirá sentirte mejor contigo mismo.
  • • Ofrece oraciones de gratitud y expresa tu agradecimiento por escrito en tu diario.
  • • Cultiva tus talentos.
  • • Obedece los mandamientos.
Recuerda que la confianza no consiste en ser mejor que otra persona, sino que se logra al saber que eres un hijo de Dios y al hacer lo que Él espera de ti.
“¡Puedo hacerlo! Factores para edificar la confianza,” Liahona, Enero de 2007, 10


"Preparaos para ser lideres..."

“Vosotros, la juventud de nuestros días, os encontráis entre los espíritus más ilustres que hayan podido nacer en cualquier época del mundo… Preparaos para ser líderes en ese glorioso día milenario en que Cristo mismo reine como Rey de reyes y Señor de señores” (Harold B. Lee, Happiness through Faith in Jesus Christ, Manual de la noche de hogar, 1977–1978, en inglés, págs 34, 39).



Las mujeres que necesita la Iglesia


“Hermanas, ustedes no nacieron por casualidad en esta época y en este lugar, sino que están aquí porque éste es el sitio donde el Señor quiere que estén…
“…Se necesitan mujeres fuertes, mujeres que se mantengan moralmente limpias cuando todos los demás a su alrededor no lo hagan; mujeres que establezcan hogares que sean un pedacito de cielo en la tierra, donde se sustente a la familia y donde los niños reciban cuidados, amor y atención de su madre; mujeres que sientan repulsión por la pornografía; y no sólo mujeres mayores sino también jóvenes que traten de refinarse personal y socialmente, que se esfuercen por ser más cultas, que respeten la autoridad del hogar y del sacerdocio. Con el progreso de la Iglesia aumentará la necesidad de que haya más mujeres que sean líderes, más mujeres en todas partes que tengan el valor de proclamar a toda voz su testimonio de Jesucristo; mujeres que oren y estudien para averiguar qué espera el Señor de ellas; mujeres que tomen decisiones correctas y que se pongan por entero en las manos del Señor” (Betty E. Brown, “Conference Report”, Conferencia de Area de Melbourne, Australia, febrero de 1976, pág. 29).


Video: Las mujeres en nuestra vida- Mensajes mormones 


lunes, 5 de diciembre de 2011

Reflexion del dia :)

He aprendido: Que ignorar la realidad no cambia la realidad... 
He aprendido: Qúe cuándo planeas vengarte de alguien, estás dejando que esa persona continúe hiriéndote!
He aprendido: Qúe es el amor y no el tiempo el qúe cierra todas las heridas... 
He aprendido: Qúe la forma mas fácil de crecer como persona es rodeandóme de gente más capaz que yo... 
He aprendido: Qúe todos con los que te encuentras se merecen que los recibas con una sonrisa...
He aprendido: Qúe no hay nada más dulce qúe dormir con un bebé y sentir su aliento en tus mejillas...
He aprendido: Qúe nadie es perfecto hasta que te enamoras de esa persona...
He aprendido: Qúe la vida es muy difícil, pero no imposible...
He aprendido: Qùe las oportunidades nunca se pierden, alguien tomará la que dejaste pasar!
He aprendido: Qúe debemos mantener nuestras palabras tiernas, porque mañana tal vez debamos masticarlas...
He aprendido: Qúe una sonrisa es una forma muy barata de mejorar la presencia...
He aprendido: Qúe no puedo decidir como me siento, pero si puedo decidir que voy a hacer al respecto...
He aprendido: Qúe mientras menos tiempo tengo disponible, más cosas termino...



domingo, 4 de diciembre de 2011

Filipenses 4:8 :)

Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si  hay virtud alguna, si hay algo digno de alabanza, en esto pensad 



Para estar apropiadamente entrenadas y enseñadas en el Evangelio

" Muchas mujeres jóvenes están sirviendo una misión, muchas otras se están preparando para servir, no porque no se casan o porque no tengan nada que hacer, sino porque tienen deseos de servir, entonces son llamadas a la obra. La razón por la que muchas están sirviendo es porque en la generación que viene, nuestro Padre Celestial estará enviando a Su ejercito del Sacerdocio a la tierra. El quiere enviarlos a madres que hayan sido apropiadamente entrenadas y enseñadas en el Evangelio; ¿Y que mejor entrenamiento puede tener una mujer joven que el servir una misión? "